Dejémonos de chorradas. La crisis nos desmoraliza, nos quita energía, nos retrae. Y sin embargo, el día a día se sucede implacable. Hay que seguir viviendo y haciendo las cosas que hemos venido haciendo. ¿Es el destino?
Con permiso, don Juan José.
Foto de Carlos Pastor
JUAN JOSÉ MILLÁS
El
destino
JUAN JOSÉ MILLÁS 13/01/2012
Los hombres
y mujeres caviar seguirán entrando y saliendo de las tiendas de moda, de los
clubes, de las marisquerías, de la ópera, de los coches de lujo (de alta gama,
les dirán, para disimular el boato). Dentro de la masa de pan de nuestros sesos
harán túneles, en cambio, proyectos a los que no nos subiremos, hijos o nietos
que ya no alumbraremos, estudios que nunca emprenderemos. Compraremos al Estado
lotería que no tocará, haremos cola en hospitales públicos sin quirófanos y
perderemos la vida frente a mostradores de facturación de aeropuertos
fantasmas. Por entretenernos, reservaremos mesa en restaurantes imposibles y
luego cancelaremos la reserva, como secretarios de nosotros mismos. Nos
llamaremos desde el teléfono móvil al fijo y desde el fijo al móvil dejándonos
mensajes en los dos. No mensajes desesperados, ni amenazantes, ni raros,
mensajes de no me esperes a cenar, cariño, o llegaré más tarde, amor, o han
vuelto a suspenderme la Física ,
mamá, o al niño le ha subido la fiebre, abuela. Mensajes dóciles, de los de ya
estoy en casa, me han hecho otro ERE o se ha estropeado la calefacción. En las
marquesinas de los autobuses nos sentaremos junto a mujeres de tobillos
gruesos, con bolsas de la compra por las que asomará un manojo de puerros.
Comeremos en las cafeterías de los tanatorios los restos que abandonen los
deudos: migas de sándwiches de mortadela seca y culos de cerveza caliente y
trozos de tristura a la plancha, muchas veces fingida. Dormiremos con la cabeza
en el lado de los pies y con los pies en el lado de la cabeza, a veces también
debajo de la cama, con los ojos abiertos. Cada poco, nos agacharemos a atarnos
los cordones de los zapatos, para no pisárnoslos, y así caerán las noches y los
días y las estaciones y los años. Después del 15 de enero, las tardes
comenzarán a ser más largas.
http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/millas/
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