Sting (El hippy)
Si en 1999 con "As Time Goes By", el "crooner" del rock interpretaba a su manera la música popular de los años 30, como pudiste oir en "Miss Otis Regrets" hace dos semanas, en esta ocasión da otra vuelta de tuerca más y lo que hace es reinterpretar de manera instrumental canciones de su discografía: 13 temas de los discos de material original en sus 40 años en el "tajo", desde el primero de Roxy Music (1972) hasta el último en solitario, Olympia, de 2010. Al ser instrumentales, el trabajo de Ferry ha tenido el apoyo fundamental de Colin Good, quien había sido el pianista y encargado de los arreglos de "As Times Goes By" y compañero habitual en sus apariciones en directo. De hecho, el disco tiene como intérprete a The Bryan Ferry Orchestra" y no al que fuera el líder de Roxy Music cómo único responsable. Nuestro protagonista ejerce de director y también de productor, en este caso junto con su compañero de siempre en dichas tareas Rhett Davies. Si en la parte musical Good es funfamental, en el concepto visual - algo a lo que Ferry, como alumno que fue del artista pop Richard Hamilton, le da mucha importancia - ha elegido las ilustraciones del cartelista francés Paul Colin (1892 - 1985), quien con sus imágenes ayudó la lanzar la carrera de Josephine Baker, que llegaría a ser su amante..
Bryan Ferry no "instrumentaliza" de manera fiel sus canciones, sino que, mediante los arreglos, las retuerce, despoja y añade, y así las transforma en "verdaderos" clásicos de los años veinte, la edad del Jazz, o como la llamó F. Scott Fitzgerald, "The Yellow Cocktail Music". El concepto de recreación lo lleva al extremo de que incluso, mediante la producción, "crea" un disco de pizarra, oscuro, distante. A mi modo de ver - he tenido discusiones con amigos al respecto - son unos estupendos "efectos especiales" que recrean un grupo de jazz tocando en un humeante local a altas horas de la noche.
Richard Williams - escritor musical y deportivo, editor en su momento de Melody Maker y en la actualidad critico musical en The Guardian - en uno de los textos que acompañan el disco afirma que cuando Ferry empezaba en el mundo de la música, le comentaba que se inspiraba en Charlie Parker y Billie Holliday, algo poco habitual por aquellos años en artistas dedicados al rock.
Se trata, por tanto. de un proyecto personal al cual no le veo mucho éxito comercial, pero me da que a Ferry, a quién se atribuye un patrimonio de 30 millones de libras, no le importa demasiado.
LOS ORIGINALES
Virginia Plain
Avalon (Video bastante lamentable)
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